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¿Calientas la tortilla de patatas precocinada del super? Un truco efectivo para evitar una salmonelosis

En este artículo voy a romper los estándares comunes de redacción para traerte un extracto real de una conversación hogareña sobre las riquísimas tortillas de patatas precocinadas.

— Cariño, ¿sabes que tienes que calentar la tortilla antes de comerte un trozo no?
— ¿Por qué? Me gusta fría, ¿Y si no quiero?
— Así te lo explican en el modo de empleo, 3 minutos a máxima potencia en el micro. Luego no te me quejes de una salmonelosis.
— Esa será tu opinión.

Sí, hoy vamos a hablar del tema de darle un calentón a la tortilla antes de ir rápidamente a clavarle el diente. Por tu seguridad. Aunque te duela. «En casa de herrero, cuchillo de palo». Esto es así. ¿Qué nos indican en el envase de estas tortillas de patatas? ¿Cuánto nos duran en la nevera (eso también es seguridad, querido lector)? ¿Qué riesgos estamos aceptando correr?

Calentar siempre antes de su consumo: el etiquetado de tu tortilla ya te lo dice

Si la salmonella es uno de los ‘bichos’ de los que más intentamos hablarte los profesionales que nos dedicamos a esto de la Seguridad Alimentaria, por algo será. No te escribo este artículo por darte la chapa (te lo prometo). Incluso puedo entender que te mola la tortilla de patatas fresquita, porque hay que admitir que este manjar divino de huevo y patata es una delicia a cualquier temperatura y en cualquier época del año. Más todavía si lleva cebolla.

No obstante, en el etiquetado de cualquier tortilla precocinada que compres en el supermercado vas a encontrarte esta indicación: «calentar siempre antes de consumir» (o una frase de similares características lingüísticas). Da igual el supermercado que elijas, que sea marca blanca o de otro productor. En el etiquetado del envase tienes un apartado que pone «modo de empleo» y es super importante que lo leas siempre por tu propia seguridad.

Esta es una mención obligatoria del R1169/2011. Al consumidor hay que contarle cómo debe consumir el producto. En el caso de las tortillas, hay que calentarla y te añaden indicaciones. Si, sí… ¡Nunca te habías fijado! Pero toda esta información está ahí y la próxima vez te picará la curiosidad de leerla.

  • Por ejemplo: el tiempo de calentamiento si la quieres más o menos cuajada, las condiciones de potencia (en microondas), que des ‘vuelta y vuelta’ si es en una sartén…
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¿Cuánto dura en la nevera? Hablemos de la caducidad de tu tortilla

Ya no tienes excusa, si te intoxicas por no calentarla no puedes echarle la culpa a la tortilla. Pero es que, además de contarte este mágico método para evitar que acabes abrazado a tu estómago y suplicando piedad al altísimo, tenemos más información que no debes pasar por alto:

  • ¿Cómo viene tu tortilla? En un envase hermético de plástico y bien cerrado.
  • ¿De qué zona coges la tortilla? Del pasillo de productos refrigerados.
  • ¿Qué pone en el envase? Que te leas la fecha de caducidad.

Sí, esa tortilla perfectamente cerrada que te llevas a casa tiene caducidad. Es decir, que pasada la fecha que indica el envase no es seguro que le claves el diente. Aunque no la hayas abierto. Aunque la hayas tenido abrigada con una mantita. Aunque haya sido más feliz que tú de vacaciones en Ibiza. Pero nos queda otra pregunta: ¿Y qué hago si ya la he abierto?

Esa información también la tienes en la etiqueta: me refiero al «modo de conservación». Es una mención que te explica qué hacer con el alimento (antes y después de abrir). En el caso de la tortilla, esta indicación normalmente es: «mantener siempre en refrigeración y consumir en menos de 24 horas». Esto se llama ‘caducidad secundaria’ e invalida la fecha de caducidad del producto (porque, como bien sabes, el envase ya está abierto y no protege la tortilla).

¿Los riesgos de una tortilla de patatas mal manipulada?

Cuando no manipulamos los alimentos adecuadamente corremos riesgos alimentarios. Aquí no puedes echar balones fuera, no es la industria alimentaria: la responsabilidad continúa en casa. En el caso de la tortilla de patatas (casera), el mayor temor es el riesgo de sufrir una intoxicación por salmonella. La salmonella, por si no lo sabes, produce normalmente diarrea, fiebre y calambres abdominales que duran varios días (y te hacen desear calentar la próxima tortilla).

En las tortillas precocinadas, se utiliza huevo pasteurizado y este riesgo debe desaparecer. Pero como cualquier alimento, no está exento de otros riesgos. Tenemos el caso que ocurrió con el Grupo Palacios, con intoxicaciones por botulismo. Retiraron el producto por precaución (aunque no se determinó la causa), pero varios afectados no manipularon el producto tal como indicaba el etiquetado. No olvides que estás adquirieron un producto precocinado: no está listo para consumir, debes terminar la preparación en casa.

Esta información que te brinda la empresa está estudiada para evitar estas situaciones en casa. Por eso te informan. Por eso es importante (y siempre te insisto) en leer las etiquetas detenidamente: sabrás cómo consumir el alimento, cómo conservar en casa ese alimento y cuánto tiempo va a durar antes de que existan riesgos para tu salud. Y no queremos disgustos.


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Última edición: 24 de mayo de 2024

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